Los problemas sexuales, tienen un pronóstico muy favorable si se tratan bajo una perspectiva pluridisciplinar. En muchas ocasiones, el aspecto social interfiere en la necesidad de pedir ayuda en este tipo de trastornos por miedo al rechazo, a la burla, o simplemente a reconocer un problema. En cambio, una vez localizado, evaluado el problema, y habiendo descartado cualquier tipo de problemática fisiológica, la terapia cognitivo conductual integrado en un abordaje multidisciplinar, resulta muy eficaz en el tratamiento de estos problemas.
Existen varios factores que mantienen directamente esta problemática. En consulta es importante localizarlos para poder trabajarlos individualmente, y así, lograr una evolución completa. Estos factores suelen estar relacionados con los diversos entornos del paciente, desde estrés o frustración laboral, problemas específicos en las relaciones sociales, conflictos de pareja, traumas o un autoconcepto deteriorado. El objetivo de la terapia consiste en abordar y trabajar dichos factores, paralelamente al problema sexual específico que se presente.
Las técnicas básicas a la hora de enfrentar dicho problema, se dirigen a dos áreas fundamentales del paciente:
· Trabajar el patrón cognitivo, pues éste puede estar generando una serie de ideas irracionales que sujetan el problema y dificultan la evolución.
· Abordar la conducta directa que el paciente emite con respecto a su problema. Eliminar las conductas de evitación y generar programas conductuales específicos a cada problema.
En general, la terapia se centra en dotar al paciente de recursos y estrategias, tanto conductuales como cognitivas para que afronte el problema de forma directa y evolucione adecuadame con el tratamiento
No hay comentarios:
Publicar un comentario