28 de abril de 2011
Terapia Breve (PNL)
Este enfoque de terapia breve fue creado aproximadamente en 1968, con un grupo que está formado por Paul Watzlawick, Richard Fish, John H. Weakland y Lynn Segal.
El enfoque se caracteriza por centrarse en el problema o dificultad del consultante, no por ello, se trata de un enfoque que se base en patologías.
Este enfoque de terapia breve fue creado aproximadamente en 1968, con un grupo que está formado por Paul Watzlawick, Richard Fish, John H. Weakland y Lynn Segal.
El enfoque se caracteriza por centrarse en el problema o dificultad del consultante, no por ello, se trata de un enfoque que se base en patologías.
Específicamente interviene en las llamadas "soluciones intentadas" siendo estas aquellas respuestas que dan los consultantes al problema con la intención de resolverlo, pero que finalmente no logran con ello poner una verdadera solución, sin embargo su "solución intentada" la siguen aplicando una y otra vez, creyendo que si hacen más de lo mismo lograrán solucionar su problema. De echo el termino de "solución intentada" Paul Watzlawick lo maneja como un concepto dentro de la teoría que maneja y pone mucho énfasis en ella.
Este enfoque propone que esas soluciones intentadas son las que mantienen el problema que los lleva a terapia o por decirlo de otra forma, consideran que una dificultad se llega a convertir en un verdadero problema cuando a esa dificultad se le da una solución y esta no da resultado, pero a pesar de ello se vuelve a aplicar incrementándola aún más.
La estrategia general para la solución del problema es hacer que el consultante abandone su solución intentada proponiéndole al mismo tiempo otra respuesta para solucionar su problema, generalmente esta nueva solución tiene que ser exactamente contraria (un giro de 180°) a las soluciones intentadas del cliente o consultante.
Las metas terapéuticas que se persiguen durante la terapia es que el consultante:
Planteé los objetivos a lograr durante la terapia siendo estos concretos y tangibles, (conductas observables).
Así mismo el consultante debe elegir un cambio mínimo para ir alcanzando los objetivos que se perseguirán durante la terapia, con la intención de que este cambio mínimo crezca y se expanda en la situación que mantiene el problema.
Se aplica la estrategia de dar un giro de 180° que se mencionó anteriormente.
Ante esa estrategia es necesario que el terapeuta use el lenguaje, la postura y los valores del consultante a manera de encuadre, para con ello aplicar de manera correcta la prescripción o tarea que lleva la estrategia de 180°, si no es aplicada correctamente es muy probable que el consultante no acepte la prescripción.
Por último el terapeuta debe evitar al máximo las confrontaciones con el consultante
Se ocupan diversas técnicas para intervenir, sobre todo para que el consultante aplique de manera correcta la estrategia de 180° y entre estas técnicas tenemos: Tareas directas, tareas paradójicas, metáforas, técnicas hipnóticas (basadas en el trabajo de Milton Erickson), redefiniciones y técnicas de persuasión.
Por otro lado, buscando esta estrategia de dar un giro de 180° a la solución intentada el grupo del MRI ha propuesto cuatro intervenciones generales y cinco intervenciones específicas.
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